jueves, 4 de junio de 2015

Ayeres y recuerdos.

Desde que se marchó soy su juguete, aparece en la sala, en la cama, junto a mi mientras tomó mi café; cuando estoy por abrazarla de nuevo como en ese lejano ayer, desaparece tan rápido como apareció, escuchó su risa, las frases que amaba, a veces la veo sentada leyendo o viendo películas, a veces su imagen salta fuera de las viejas fotos, y es entonces cuando todo lo recuerdo, ella se ha ido y ahora es feliz con alguien más, mientras su fantasma me atormenta recordándome lo que he perdido a causa de mis inseguridades.

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